Ayer lunes, a las 20 horas, la directiva de la Asociación envió a los medios de comunicación la siguiente carta manifestando su protesta e indignación por los acontecimientos del domingo, además también podéis seguir los comentarios a esta carta en la siguiente entrada del foro:
El Betis como problema vecinal
Heliópolis contra el Betis
Abochornados por el espectáculo del pasado domingo en las calles de nuestro barrio, cuando bandas de gamberros se enfrentaron en nombre del Betis y del equipo rival a palos y mamporros, debiendo ser sometidos por la policía; ahítos de suciedad, colapso de tráfico, botellonas, pintadas y malos humores, la Asociación Foro de Heliópolis protesta en nombre de todos los vecinos por el uso y abuso de este maravilloso barrio como aparcamiento general y estercolero de la hinchada de un equipo de fútbol al que muchos pertenecemos, pero que hace gala de un desprecio total al elevado coste que nos requiere sin apenas un “gracias” de su presidente.
No queremos pensar lo que hubiera ocurrido si la rápida y masiva intervención de la policía no hubiera terminado rápidamente con el enfrentamiento que se produjo en el interior de nuestro barrio, en la confluencia entre las calles Tajo y Uruguay, y en donde se utilizaron bengalas incendiarias y bates de beisbol en la batalla campal. No menos de diez furgones de policía aparecieron para atajar aquel infierno, y todavía nos dura el susto. Un vecino relata lo ocurrido en el “chat” de nuestra asociación (www.foroheliopolis.es): “los ultras del Rayo, organizados como un ejército y precedidos por una bandera, cubiertos con cascos, armados con bates de beisbol y catanas, recorrieron las calles de Heliópolis en dirección al campo del Betis en busca de los ultras béticos, que suelen reunirse en la calle Tajo, para organizar otra más, de las batallas campales que sufre nuestro barrio. Los béticos al verlos venir organizados, y encontrándose en minoría, huyeron como conejos en busca de refuerzos, que al parecer se encontraban por la zona de Tráfico. La Policía, avisada por numerosos vecinos acudió con rapidez, los ultras del Rayo al verlos venir soltaron sus armas en contenedores y alcantarillas, pero la policía descubrió las armas y los cacheó. Ahora viene lo mejor, estos energúmenos llevaban el cuerpo forrado por libretas y periódicos, sujetos por cinta adhesiva que, a modo de moderna cota de malla, los protegería de pinchazos de objetos punzantes, o, dicho por su nombre, de navajazos. Los ultras béticos llegan en ese momento y atacan a la policía con bengalas. Por otra parte en la calle Levante un grupo entró armado en una casa, siendo seguido y detenido por las fuerzas de Orden Público. Toda esta historia empezó sobre las 11 horas y terminó sobre las 3 de la tarde de un domingo que debería haber sido tranquilo. Evidentemente ésto no se puede permitir. El tema del Betis no es un problema vecinal, es un problema de seguridad ciudadana”.
Y otro vecino añade: “si determinados salvajes, con la condescendencia de sus respectivos clubes, se citan para pelear en nuestras calles, que las autoridades les habiliten una palestra, a ser posible en un sitio desértico, y que actúen como suelen hacerlo, a mamporros. De una vez por todas hemos de atajar estas actuaciones, vivimos en un barrio excelente que por culpa de los altercados provocados por el «deporte rey» lo hacen peligroso en los dias de partido. Si no saben comportarse, ¡que se vayan!, no son dignos de compartir nuestra vecindad”.
Estamos cansados de pintadas en las paredes, de violencia, de chabacanería y de desplantes de una parte de la hinchada bética cada quince días, y con dolor de nuestro corazón, planteamos esta urgencia: NO LOS QUEREMOS. Y si el Betis como Club da la callada por respuesta, la anterior afirmación debe considerarse extensible al propio Club, que lleva toda la vida entre nosotros.
Heliópolis es, junto con Ciudad Jardín, el único conjunto urbano de Sevilla declarado como “relevante” en la arquitectura andaluza del siglo XX por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en su Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea. El PGOU de la ciudad lo resalta en su catálogo como de protección tipológica. El barrio en sí mismo es, por tanto, un bien de interés cultural que tiene Sevilla. Y sin embargo, cualquiera que pase por las calles aledañas al estadio de fútbol advertirá de inmediato la agresión de pintadas, el olor a orines humanos y hasta el miedo de los vecinos a quienes les entran los días de partido en sus jardines a evacuar sus necesidades.
El Ayuntamiento ha dado un gran paso en la protección de este patrimonio cultural desde hace dos años, pues envía brigadas de limpieza a las calles no bien empieza el partido y quitan la suciedad de botellas, papeles y restos en el mismo día, pero no todo ha quedado resuelto por ello. El vandalismo de algunos, la asfixia urbana de la saturación de aparcamiento, el colapso de varias calles por el gentío que se embriaga antes del partido, el miedo de los vecinos a recriminar a los gamberros, todo eso está por erradicar de una vez por todas. Como dice otro vecino, sufrimos a los béticos y a sus contrarios “pintando tu pared, volcando tu coche, emborrachándose frente a tu ventana, encarándose contigo botella en mano porque le pides por favor que te deje salir a la calle porque está taponando la puerta de tu casa, impidiendo dormir a tus ancianos, y a tus hijos jugar en tu propio jardin”. Principal causante y responsable de todo esto: el Real Betis Balompié, que debe intervenir porque todo eso se hace en su nombre, por su hinchada. Subsidiariamente, la Delegación del Gobierno tiene asimismo una responsabilidad de orden público, y el Ayuntamiento tiene de igual forma la obligación de velar por las buenas costumbres, en aplicación de las normas antibotellona y la erradicación del vandalismo.
Nos duele decirlo, pero el Betis se ha convertido en un problema, en un sobresalto cada quince días. Ya son incontables las peleas, roturas, daños, y enfrentamientos a los que hemos asistido impotentes en nuestras calles. De nuevo: que se vayan.
Asociación Foro de Heliópolis
Firman esta carta por la directiva de la asociación: Isabel Rodríguez, presidenta; Francisco Aguilar, secretario general; Francisco Carrasco, vicepresidente; Gloria Ruiz, tesorera; Antonio Ojeda, vocal